Las Cuatro Libertades

Por el Maestro Yaco Albala

P: ¿Qué es la psicología Iniciática?

R: La psicología de la personalidad, la psicología del alma y la combinación de ambas al encarar:
 

El sentido de la vida.
 

El perdón.
 

La libertad.
 

Y el fin de la rueda de nacimientos y muertes.
 

La psicología de la personalidad comprende el proceso de la emoción y de la mente; la psicología del alma, el proceso de las ideas, la síntesis, las moralejas finales que se establecen en el alma como extractos mentales, es decir, acabadas expresiones del pensamiento.
 

Luego, esta realidad encara el sentido de la vida, el perdón, la libertad y el fin de la rueda de nacimientos y muertes.
 

Son cuatro libertades: física, emocional, mental y del alma.
 

En la primera libertad se aclara el porqué de la experiencia física, en la segunda libertad el porqué de la experiencia emocional, en la tercera libertad el porqué de la experiencia mental y en la cuarta libertad el porqué de la experiencia del alma.
 

La primera libertad acontece en el plano físico, la segunda en el espacio, la tercera en el tiempo y la cuarta en la atemporalidad.
 

En esta reducida síntesis se encuentra todo el proceso de la evolución humana.

 

P: ¿Qué comprendería la primera libertad?

R: Aprendizaje en el plano físico sin la necesidad de experimentar. Todas las libertades hablan de suficiencia mental, tanto en el pensamiento como en el alma.

Cuando la mente puede conservar los recuerdos y aprender de éstos no necesita volver a experimentar.

La mente que aprende del recuerdo finalmente se libera del pasado y el pasado que no se proyecta hace que el futuro se presente incondicionado. Cuando el futuro se presenta libre de proyecciones, recién entonces se puede alcanzar la tierra de la libertad.

 

P: ¿Qué comprendería la segunda libertad?

R: Continuar aprendiendo sin la necesidad de una respuesta emocional. Este logro no significa abolir la emoción sino la creación tan sólo de analogías de realidades mayores. La emoción debe transformarse en el discípulo de esa realidad superior y esto implica el fin de una existencia separada.

La emoción así pasa a ser la tierra virgen de la realidad, creando un estado de omnipresencia emocional en respuesta a todas las circunstancias de la vida.

La aclaración del panorama emocional concede una clave al tiempo.

La indebida ocupación del espacio interior crea una inexacta medida del tiempo.

El movimiento es la clave de la emoción, la traslación es la clave del tiempo.

El movimiento sin traslación pero con los beneficios de ésta, crea la noción de la dimensionalidad.

Cuando la dimensionalidad se une a la emoción surge la omnipresencia emocional.

En esto consiste la segunda libertad.

 

P: ¿Qué comprende la tercera libertad?

R: El porqué de la necesidad de pensar como respuesta a la realidad.

El consumo del tiempo como una muestra del incompleto proceso del pensamiento.

El retorno del pensar a su origen de sustancia mental y como ese origen refleja la realidad.

Comprender el enorme tránsito que significa pasar del pensamiento a la reflexión.

Saber que las aguas quietas de la sustancia mental reflejan la vida y que las agitadas aguas del pensamiento la distorsionan.

Quien piensa no refleja, quien refleja aprende sin consumir tiempo, quien no utiliza tiempo se ve libre de él y aprende de una manera simultánea con la realidad.

En esto consiste el secreto de la tercera libertad.

 

P: ¿Cuál es el proceso de la cuarta libertad?

R: La ingravidez. El fin de la supremacía de la ley de gravedad y el fin de todas las experiencias que deambulan en los planos gravitables.

Es la levedad transformándose en ingravitación ascendiendo por el canal central de la vida.

Es el ingreso a la amorfidad y el crecimiento en la Divinidad sin tener a las formas como mecanismo de respuesta.

Es encontrarse de una manera definitiva con quien por primera vez se sumergió en la evolución humana para saber de sí.

Es el fin de esa nostalgia permanente que tienen los seres humanos hasta que se reconocen Divinos e Inmortales.

Es la vuelta a la esencialidad y el eterno agradecimiento a todas las formas que han colaborado.

Es plegaria infinita hacia un mundo al cual ya no se pertenece pero el cual no se abandona.

Es enrolarse al servicio de la Divinidad y participar de la evolución de todas las formas vivientes del universo.

Es ser consciente de las Leyes de la Naturaleza y haber aprendido a metabolizar su poder y así constituirse en Agentes de la Creación.

Y es por encima de todas las cosas, el haber podido reemplazar la vida y la muerte por el Eterno Don de Existir.

Este es el secreto de la cuarta libertad.

El comienzo de la vida eterna.
 

 Yaco Albala