Exhortación...

Por el Mahatma de Occidente, el Maestro Yaco Albala

No es mi intención inclinarlos a una irreflexiva consideración de los hechos sino más bien, abrir los canales del corazón, tornar iluminada la objetividad de las circunstancias y aprestarnos a dar ese paso que permitirá recobrar la antigua gloria del planeta.

Por tal motivo, los insto a cambiar la óptica de la vida, a descansar las expectativas en el más loable de los esfuerzos humanos y a vivir la ilimitada confianza de una intervención que habrá de inaugurar una nueva etapa en la vida del mundo.

Mi palabra no tiene posturas y es tan sólo el eco de una voz mayor. Es ella quien habla de misericordia y oportunidad, pero es ella también quien habla de obediencia a la Ley. Vivimos en esa Ley y ella custodia la sugerencia de la Deidad, nuestro deber es interpretarla y plasmar su trascendente realidad.

Ciudadanos del mundo, los invito a pensar en términos de una familia y de una Humanidad. Elevemos los ojos al Cielo, que los mensajeros de la Deidad nos habrán de asistir y así, asociados a Ellos, podremos modificar nuestro incierto destino.

En cada país hay precisos representantes del Gobierno Espiritual de la Tierra dispuestos a colaborar en cualquier área que fueran requeridos. Ellos poseen la ductilidad de lo universal y su inmensa variedad de recursos les permite cubrir todas las expresiones de la necesidad.

En este momento de la vida del mundo es imposible separar la economía de la espiritualidad.

Los recursos de la economía están ampliamente ligados al aspecto energético y al auspicio de un evento masivo que el mundo habrá de conocer. Por lo tanto, no pueden estar separados.

El porvenir de los pueblos dependerá del alineamiento con el Gobierno Espiritual de la Tierra, Suprema Entidad que deberá ser reconocida y consultada.

La atmósfera de la Tierra contiene la planificación del mundo y la superficie, el recurso biológico que podrá o no reajustar a la humanidad.

Existen dos grandes eventos a considerar. La Organización del Nuevo Mundo y la Iniciación Masiva de la Humanidad.

Corrientes telepáticas provenientes de otras Humanidades están insinuando a la Tierra otras salidas a los conflictos del mundo.

La humanidad comparte un destino planetario que aún no ha podido presentir; sin embargo, la resolución divina ha determinado la inmediata aparición de un Orden que sirva de plataforma a la nueva condición del hombre.

Hermanos, los tiempos han llegado, las posturas irresolutas ya pertenecen a la antigua condición y están sujetas a la Justicia Apocalíptica.

Los obedientes de la Ley, los Mansos de corazón, los Bienaventurados en la Casa del Padre, deben saber que vivir inmersos en la Gracia de Dios es ser herederos de todos los Cielos y toda la Tierra.


Que la bendición de Dios nos acompañe